La lengua de las mariposas
José Luis Cuerda, 1999
Crítica de Lucrecia Boglietti
Título: La lengua de las mariposas
Dirección: José Luis Cuerda
Producción: Fernando Bovaira, José Luis Cuerda Guión José Luis Cuerda, Rafael Azcona, Manuel Rivas Música Alejandro Amenábar Fotografía Javier Salmones
Guión: Rafael Azcona, José Luis Cuerda, Manuel Rivas (Novela: Manuel Rivas)
Música: Alejandro Amenábar
Fotografía: Javier Salmones
Reparto: Fernando Fernán Gómez, Manuel Lozano, Uxía Blanco, Gonzalo Martín Uriarte, Jesús Castejón, Guillermo Toledo, Tamar Novas, Celso Bugallo
País: España
Año: 1999
Género: Drama
Resumen: La historia transcurre en un pueblo de Galicia, hacia final del invierno del 36, donde el pequeño Moncho, un niño de 8 años, se incorpora tardíamente a la escuela torturado por la idea de que los maestros les pegan a los alumnos. Tímido y asustado, su primera jornada escolar la pasa en el monte, luego de huir de una primera clase en la que los otros alumnos se ríen de él. Pero Gregorio, el maestro, va a su casa para pedirle disculpas de parte de sus compañeros y desde ese momento se gana la fiel simpatía de Moncho. De allí en más la relación entre el niño y su maestro crece en intensidad con el correr de las clases, en las que Gregorio no se ocupa de que sus alumnos incorporen conocimientos académicos, sino de que sepan, por ejemplo, por qué la mariposas necesitan una lengua espiralada para alimentarse, o cuál es el origen de las papas. A partir de ese momento, se encontrará con un mundo diferente, en el que despertará de su niñez: La amistad, el conocimiento del sexo femenino, el enfrentamiento político religioso, y sobretodo la figura del maestro, don Gregorio, un hombre mayor, republicano y de formación profundamente humanista, harán prever una evolución idílica del muchacho.
Pero el verano del 36 cambiaría el discurrir de la historia. El golpe de estado que origina la sangrienta guerra civil, truncará la vida de los españoles. El 18 de Julio todo se romperá. En este nuevo marco, los valores y principios inculcados serán relegados, y la relación entre aprendiz y maestro se verá truncada.
La lengua de las mariposas remite al poeta Antonio Machado y a sus explicaciones sobre el lenguaje de estos seres. También trae su parábola: un maestro de ideas republicanas en un pueblito perdido, en los albores de lo que sería la trágica Guerra Civil Española. La película plantea, como muchas otras, esa especial relación que une a un adulto y a un menor. Don Gregorio, maestro ya viejo, y su alumno, Moncho, el niño al que le apasiona aprender y descubrir. El maestro, con sus buenas artes, se esfuerza por entrar en un mundo en el que aporta su experiencia como maestro y sus ideas como republicano. La película se basa en tres relatos del libro ¿Qué me quieres, amor? (1996) de Manuel Rivas. Los tres relatos son: La lengua de las mariposas, Un saxo en la niebla y Carmiña. El que sirve como base de toda la película es La lengua de las mariposas dentro del cual se insertan los otros relatos, cuyo nexo de unión será Moncho, protagonista de La lengua de las mariposas. Cuerda logra captar la esencia de los cuentos de Manuel Rivas de forma magistral. La transposición en imágenes no sólo iguala el original sino que le dota de una irrenunciable hermandad en la que cine y literatura se miran frente a frente con envidiable igualdad.
Toda la película, más que el relato original, es una gran metáfora, donde el objetivo de cada diálogo, cada escena, cada toma, es hacer brotar en la conciencia del espectador una idea, cuyo alcance supera con mucho el cuadro de acción del film e implica una postura más amplia en cuanto a los problemas humanos.
Intentando contrastar todo el tiempo dos corrientes de opinión opuestas, la democrática y la republicana, logra conmover, convencer y hacer tomar postura al espectador, respecto de algo lejano en el tiempo y en el espacio (al menos así fue conmigo, que tuve que repasar un poco la historia de España, para poder entender algunas cosas)
Los personajes que se enmarcan en la corriente republicana son, el padre de Moncho, el hermano, los músicos de la orquesta y el maestro. Una de la frases de Don Gregorio, que refleja sus ideales Republicanos es la siguiente “Si consiguiéramos que una generación, una sola generación crezca libre en España, ya nadie podrá arrancar nunca la libertad”. En cuanto a la corriente antirrepublicana, los representantes de esta son: el sacerdote y el padre, muy adinerado, de uno de los compañeros de Moncho.
En este contexto la película trata de mostrar cómo era el aprendizaje que tenían los niños que vivían en una sociedad dentro de un permanente choque de ideas y a la vez ayuda a redondear una construcción lúcida y edificante de unos de los períodos más crueles de la historia española. Es una película de cierto inevitable sabor amargo.
La Lengua de las Mariposas trata sobre eso, sobre la brutal interrupción de la libertad que hubo con la Guerra Civil y sus consecuencias. Sobre la imposible fraternidad de un pueblo dividido por la incomprensible victoria del odio, por el niño que tira piedras a quien quería, por el padre humillado y por la madre acobardada. La derrota de lo racional y el triunfo de lo irracional.
Es este triunfo de lo irracional lo que queda plasmado en el memorable final del film: es allí cuando los hechos se suceden rápida y dramáticamente, donde la libertad se ve truncada por el fascismo y a Don Gregorio, que se mantiene firme y republicano por encima de cualquier cosa, se lo llevan los nacionales en un camión para matarlo ante la impotencia del pueblo que lo insulta para no acabar como él (la madre y el padre de Moncho entre ellos) y los demás republicanos del pueblo.
Moncho entre tanto alboroto observa y es incitado a gritar e insultar; es allí cuando sale detrás de los camiones con otros niños corriendo con los puños cerrados y gritando con rabia: ¡Ateo! ¡Rojo! ¡Tilonorrinco! ¡Espiritrompa! … (muchos querrán pensar, para sentirse un poco más reconfortados como espectadores, que estas palabras, por haber sido aprendidas por el niño en las clases de Gregorio, vienen a ser una especie de código entre el niño y el maestro, pero yo prefiero verlas simplemente como una metáfora más de la irracionalidad del momento).
En resumen una película agradable, una adaptación prolija, ideológica y muy humanista, con uno de los finales mas terribles e impactantes que vi.
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