La habitación del pánico

Panic Room
David Fincher, 2002


Crítica de Magalí Drivet

Ficha técnica. Título: La Habitación del Pánico (Panic Room)
Estados Unidos, 2002.       Género: Suspense
Dirección: David Fincher
Producción: Ceán Chaffin, Judy Hofflund, David Koepp, Gavin Polone
Guión: David Koepp     Música: Howard Shore
Editor: James Haygood, Angus Wall
Fotografía: Conrad W. Hall, Darius Khondji
Reparto: Jodie Foster, Kristen Stewart, Forest Whitaker, Dwight Yoakam, Jared Leto, Patrick Bauchau, Ann Magnuson, Ian Buchanan, Andrew Kevin Walker, Paul Schulze, Mel Rodriguez, Richard Conant, Paul Simon, Victor Thrash, Ken Turner
Efectos especiales: Joe Viskocil, Jon Thackery, Thomas Zell, Yuri Everson
Efectos visuales: Akira Orikasa, Colin Green, David Ebner, David Verbeke, Delahaye Bonnell, Gabriel Vargas, JoAnn Knox, Johnny Alves, Kevin Tod Haug.
Montaje: Angus Wall, James Haygood
Duración: 01:51:50
 
Sinopsis:
La recién separada Meg Altman (Jodie Foster) y su hija Sarah (Kristen Stewart) se mudan a una lujosa mansión en Nueva York. Esa misma noche tres ladrones invaden su hogar y ellas se resguardan en 'la habitación del pánico', una cámara oculta construida como refugio en caso de robo, pero la propia habitación será el centro de atención ya que lo que buscan los intrusos está en el interior de ésta.

Cada hecho, cada acción aumenta nuestra atención y profundiza el deseo de llegar a su final que, aunque lo supongamos, difícilmente pensemos en cómo será en realidad y muchas veces nos sorprenda: Las cualidades del suspenso. Panic Room (La habitación del pánico)

Elementos narrativos y estrategias de suspenso

El film de Fincher tiene características similares al suspenso hitchcokiano, en cuanto que logra encontrar un clima que se desarrolla desde el inicio del film.

El suspenso está definido por el conflicto que evoca incertidumbre acerca de las acciones de los personajes, y se resuelve por medio de las decisiones tomadas por ellos mismos. De estas decisiones, suspendidas hasta el final, se logra  mantener atento al espectador y ésta es la característica fundamental que recorre todo el film.

Consigue que el público se mantenga siempre expectante, activo. Se genera suspenso en toda su duración y la sensación del espectador es la de querer llegar a su desenlace.

Fincher no duda en exponer al espectador todas las piezas que conforman la historia, rehusando a jugar con el recurrente efecto sorpresa o el de ocultar deliberadamente información usado en sus películas anteriores sino que se basa en la anticipación, siendo en ese sentido la película más clara y evidente tanto narrativa como argumentativa del director.
Hace sentir al espectador dentro de la casa, y desde el comienzo se brinda toda la información, no hay nada que descubrir sino acompañar a los protagonistas en cada accionar. El espectador y los personajes saben del conflicto, a las victimas tampoco se les oculta información. El espectador participa todo el tiempo del conflicto, así como las victimas exceptuando que ellas no saben lo que los ladrones quieren del cuarto hasta el último momento.

Fincher se atreve a una propuesta arriesgada: desarrolla una historia que apenas transcurre en dos espacios dentro de la casa (la habitación y resto de la casa) y que mezcla el tiempo real con el tiempo cinematográfico. El rodaje se realiza por entero en espacio cerrado, le da a la cinta un toque claustrofóbico y una atmósfera sombría y húmeda. El tiempo es el mismo: toda una noche.

Fincher utiliza recursos cinematográficos que juegan a favor de la historia (al tratarse de un espacio, la no fragmentación de algunas secuencias hace que el espectador conozca desde el primer momento el lugar donde va a desarrollarse la trama)

La acción de los personajes es clave para el desarrollo de la película, son ellos y sus reacciones los que hacen que se llegue a una nueva situación.

La cámara observa y recorre toda la casa mediante travellings muy bien realizados, se muestra  casi toda la casa, introduciendo el espectador en todos y cada uno de los rincones de la misma para demostrar que luego no hará ninguna trampa con ellos. Se trabaja con todos los planos: desde el general al detalle, la cámara se mueve continuamente, se logran con su montaje muy buenos efectos: el interior de la manguera de gas que ponen los ladrones y que va al cuarto como un ser vivo en busca de su víctima, el mirador de la puerta, la cerradura. La cámara está siempre atendiendo a la reacción de los personajes, haciendo que el espectador sienta el suspenso, así como otros sentimientos de éstos. Hugo Musterberg nos dice que la cualidad básica del movimiento, los primeros planos y los ángulos de cámara existen no porque las lentes y las cámaras los hagan técnicamente factibles, sino por la misma forma de trabajar de la mente: la atención. No solo la mente vive en un mundo móvil, sino que organiza ese mundo por medio de la atención. La imagen móvil no es un mero registro de movimiento sino un registro organizado de la forma en que la mente crea una realidad significativa.

 En este film se observan algunos de primerísimo primeros planos a los personajes, así como también planos detalle de las caras y partes del cuerpo y objetos claves que hacen al conflicto. También se trabaja dilatando la narración en algunos momentos para dramatizar las acciones, como la primera entrada a la habitación de Meg o para parar y definir a los personajes de manera clara, concisa y brillante.

Fincher divide el encuadre en dos, dando una ligera idea de esa duplicidad de espacios (la habitación y el resto de la casa) que va a darse a lo largo de casi toda la película.

Los colores y tonos son tenues y opacos. Se muestra de forma clara la continua oposición entre la habitación con luz brillante, titilante y azulada y el resto de la casa en permanente oscuridad. El uso de la luz se realiza en las escenas con un claro predominio de tonos oscuros y poca iluminación. Los colores de la vestimenta y de los objetos tienen una misma tonalidad. El escenario se caracteriza por la oscuridad, ayuda mucho la noche y la fuerte lluvia que además son elementos que acrecientan la tensión de la trama, así como también las largas escaleras de la gran mansión. La fotografía es brillante.

La música y el sonido exagerado tanto de los objetos que se utilizan como de los movimientos de los personajes juegan un papel fundamental en el film. La música comienza en los títulos y es utilizada a lo largo de todo el film subiendo y bajando el volumen dependiendo de la acción, además también se usa el sonido ambiente en algunos momentos de tensión.

Los personajes están bien trabajados. Los ladrones connotan la imagen de serios y bien entrenados, cumplen cada uno con una personalidad diferente: el honrado y de buen corazón que se ve obligado a dar el golpe, pero que a su vez ayuda y le salva la vida a las dos protagonistas, el tipo gracioso que se enloquece y hace cualquier cosa por llegar al interior de la habitación y el misterioso, callado que termina siendo el peor de todos.

Al ser perfiles tan diferentes y al demostrar que ninguno se conoce lo suficiente, resulta lógico que no se puedan poner de acuerdo, y de allí su desenlace.

Las víctimas (Jodie Foster, Kristen Stewart) no cumplen con el rol clásico de victima, sino que ambas luchan y se defienden contra los ladrones. Meg es una mujer fuerte, actúa y piensa todo el tiempo en cómo resolver la situación, su hija tampoco se rinde y ayuda a su madre en todo momento. Por ejemplo en las escenas donde le tiran fuego a los ladrones cuando ellos introducen gas dentro del cuarto, rehusándose a salir, enfrentándolos mediante las cámaras de seguridad que posee el cuarto y hablándoles por medio del alta voz. Más adelante aparece su marido (Patrick Bauchau), que viene para ayudarlas, pero solo lo hace en su desenlace con la ayuda de Meg, ya que antes se encuentra con los bandidos que se encargan de darle una buena golpiza. La tensión se hace palpable en muchos instantes y es totalmente creíble la angustia que las victimas viven mientras se defienden.

Al comenzar la película se puede observar que Meg y su hija cuentan con una  buena posición económica y que están pasando por una situación difícil (una separación). El maquillaje ayuda mucho a reflejar esta situación y las siguientes: caras pálidas y ojeras; el rostro de la niña cuando comienza a desvanecerse por la falta de sus medicamentos: muy pálida, la boca seca, ojeras exageradas. El rostro golpeado y ensangrentado de su padre.

El discurso moral de la película está poco subrayado para dejar paso y mayor peso a la acción, aunque en la película se muestran con realismo los miedos y temores de los seres humanos cuando se ven encerrados, atrapados y solos sin que nadie pueda ayudarlos más que ellos mismos. Cuando se presenta el cuarto oscuro  (nombre de la película) se anticipa el conflicto, el encierro por algún motivo de las dueñas de la casa. El argumento es sencillo, todo gira alrededor del robo que traman los ladrones y de la imposibilidad de entrar a la habitación donde se encuentran las dueñas de la casa y el dinero.

En este caso que la idea sea simple y que a lo mejor su final sea algo predecible cuando el film esta avanzado, no le quita riqueza a la historia, el suspenso y el modo de crearlo: una realización impecable que juega magistralmente con la cámara y los efectos visuales a fin de aumentar la tensión narrativa, hacen que el film sea atrapante y que el espectador esté constantemente en alerta.

Los diálogos están muy bien escritos, son definidos. Giran siempre sobre el mismo conflicto: entrar a la habitación/ resistir antes los ladrones. El film además cuenta con algunos matices de comicidad muy bien utilizados: por ejemplo el dialogo de Meg con la policía y el de Meg con los ladrones por medio del altavoz, entre otros.

Un detalle para agregar: los títulos de presentación, se muestran en forma original. Desde el comienzo el director se involucra con la trama, aunque de forma inversa: nos  hace ver lo que no nos vamos a encontrar a lo largo del film. Es así como se muestran espacios abiertos, llenos de luz para luego brindar ciento doce minutos de oscuridad y poca iluminación dentro de cuatro paredes.

Solo en su final se ve por unos instantes el afuera y la claridad, dando así tranquilidad al espectador y concluyendo como todo comenzó.