El baile (Le Bal, Francia – Italia – Argelia, 1983) de Ettore Scola, con Le Troupe du Théâtre du Campagnol. 109’.
Argumento: El transcurso de la historia francesa, del ’30 al ’80, con un salón de baile parisino como único escenario y con los mismos personajes –a través del tiempo– como reflejo de los cambios culturales, sociales e históricos.
-Por la originalidad de no utilizar el lenguaje verbal durante toda la película, sino el corporal (sin caer en el tedio); y por el detalle también de utilizar una sola locación –un bar parisino–.
-Porque está compuesta de unas actuaciones que llenan la mirada, donde la palabra está demás; los gestos de cada personaje, la postura, la vestimenta, el peinado, las actitudes, la manera de caminar, de mirar, de bailar, de relacionarse con los demás: todo esto articula la caracterización de estos personajes divinamente grotescos.
-Porque también se comunican indirectamente los cambios en la historia: mediante la transformación de la vestimenta, de los peinados, de la música, de la danza, de la decoración del bar.
-Porque se permite un juego con la cámara subjetiva, que se utiliza únicamente para situarnos a los espectadores como si fuéramos la gran pared de espejo del salón donde los bailarines van a mirarse y retocarse el maquillaje y/o peinado.
-Porque me parecen interesantes las transiciones que maneja Scola para pasar de una época a otra (el humo, el congelamiento de la imagen en una foto). No es fácil hacer una buena transición en una película de estas características.
-Porque hay un tratamiento poco usual del tiempo: a medida que la Historia avanza (desde el triunfo del Frente Popular del ’36, pasando por la ocupación y liberación de Francia durante la Segunda Guerra, por la hegemonía del American Way of Life y por el Mayo Francés hasta llegar al individualismo propio de los ’80) la edad de los personajes va decreciendo. Como si el tiempo de la Historia fuera en dirección contraria al tiempo de los personajes. Esto puede generar interpretaciones de las más diversas: respecto al por qué de este Chronos a contramano, de si la historia de los personajes está contada hacia delante al son de la Historia o en reversa al son de su edad.
Delicatessen (Delicatessen, Francia, 1991) de Jean-Pierre Jeunet y Marc Caro, con Dominique Pinon, Pascal Benezech, Marie-Laure Dougnac. 99’.
Argumento: En una Francia post-apocalíptica un grupo de sobrevivientes residentes de un edificio –liderados por un carnicero– publican anuncios buscando empleado de mantenimiento como estrategia para luego asesinarlo y alimentarse de él. Pero la nueva víctima entabla una relación amorosa con la hija del carnicero y ambos se complotan con los Trogloditas (rebeldes vegetarianos) para salvarse.
-Porque la fotografía es maravillosa, barnizada en un tono sepia oscuro que refleja el clima de la película (que también es representado mediante la angulación de cámara en varios planos). Y utiliza también la cámara subjetiva (cuando Julie se saca los anteojos vemos su visión borrosa en un fuera de foco), y unos primeros planos escalofriantes.
-Porque me parece que hay un trabajo de arte muy cuidado y creativo (característico de Jeunet), desde los objetos hasta la escenografía pasando por el vestuario.
-Porque la caracterización de estos personajes caricaturescos está muy bien lograda, acompañada además de un humor negro que condimenta a la perfección esta historia absurda, casi surrealista.
-Porque la sonoridad es fundamental: el director logra componer melodías rítmicas con sonidos propios de los quehaceres cotidianos de los personajes (los resortes del colchón, el inflador de la bicicleta, la sacudida a la alfombra, el violoncello, la perforadora). La música, a su vez, está en total armonía con la película ya que tiene cierta reminiscencia clownesca que encaja con el personaje de Luison y sus números, y a su vez con la tierna historia de amor de él y Julie.
-Porque los títulos del comienzo –algo que generalmente pasa sin más– tienen en esta película una estética y una presentación realmente bella que se amolda perfectamente a esta obra de arte.
León, el profesional (Leon, the profesional, Francia, 1994) de Luc Besson, con Jean Reno, Natalie Portman, Gary Oldman. 110’.
Argumento: Una nena de 12 años queda huérfana luego de que la policía mate a su familia por unas cuentas pendientes con su padre narcotraficante. Un vecino se hace cargo de ella y entablan una relación especial. Él es sicario y analfabeto, ella le pide que la instruya en su arte a cambio de que ella le enseñe a leer. A la nena la única muerte que le importa es la de su hermanito, y jura vengarse.
-Porque la fotografía tiene una composición exquisita sustentada por planos-detalle y cámaras subjetivas (por ejemplo: en la escena donde Mathilda llega a la puerta de su departamento y ve cómo matan a su familia vemos en un montaje alternado que el vecino León está mirando por el agujero de la puerta; la nena sigue de largo como si no viviera allí y se dirige a la puerta de León, y la vemos venir llorando hacia nosotros en una cámara subjetiva; Mathilda toca el timbre desesperada y vemos un plano-detalle del ojo de León en la mirilla y luego vuelta a la cámara subjetiva y la nena llorando; y 1 segundo después, un baño de luz inunda la cara de Mathilda: la puerta se abrió, la puerta somos nosotros).
-Por las actuaciones excepcionales de Jean Reno –un asesino a sueldo enternecedor –, Gary Oldman –un policía drogadicto dueño de una locura magníficamente interpretada –, y Natalie Portman –una adolescente de 12 años con una soltura y profundidad de expresiones sin nada que envidiarle a los actores adultos –.
-Porque el director muestra de una manera muy sutil la relación fraternal y a la vez amorosa que se da entre León y Mathilda, casi de amor platónico. Una relación de dos personas que ven en el otro la salvación, el reconocimiento, el amor más puro.
-Porque utiliza también los símbolos, como la planta que León cuida celosamente porque no tiene raíces al igual que él.
-Porque la música de Eric Serra es bella por sí sola. Ni hablar de la canción de Sting del final (“Shape of my heart”).
Ciudad de Dios (Cidade de Deus, Brasil, 2002) de Fernando Meirelles y Kátia Lund, con Alexandre Rodrigues, Leandro Firmino, Phellipe Haagensen, Seu Jorge, Alice Braga. 130’.
Argumento: Un joven fotógrafo que vive en Ciudad de Dios, la famosa favela de Río de Janeiro, cuenta cómo fue su infancia y adolescencia en ella (del ’60 al ’80), la historia de los criminales más temidos y su relación con ellos.
-Porque a nivel fotográfico estamos ante un gran trabajo. Jugando con los tonos de las épocas donde transcurre la película. El uso de colores ámbar y amarillentos en un principio, en el pasado, en la formación de la favella, para luego pasar a tonos más “vivos”, mezcla de colores rojos, verdes, azules, amarillos.
-porque tiene un trabajo de arte precioso y preciso. En cuanto a los elementos y vestimentas, en cuanto a los colores de las mismas, en cuanto a los vehículos. Convence al espectador que Brasil fue cambiando durante ese tiempo como lo muestra el film.
-Porque el montaje es rápido y dinámico. Posee una estética de videoclip en distintos lapsos, con una edición entrecortada y un juego de velocidades que le da agilidad al relato (por ejemplo en el comienzo del film donde hay a su vez una composición rítmica entre el cuchillo siendo afilado, las gallinas y los tambores).
-Porque es correcto el tipo de registro elegido. Hay una fuerte presencia de la cámara, a veces cámara fija, a veces cámara en mano tipo documental, lo cuál produce un efecto de realidad mostrando la realidad con crudeza. Sumado a esto hay no-actores de las favellas que participaron en el reparto del film (al mejor estilo neorrelista italiano).
-Poque es acertada la utilización de a las angulaciones de cámara, picados y contrapicados con incidencia narrativa, (por ejemplo la cámara cenital para hacer racconto de las matanzas de dadinho cuando se convierte en ze pequeño)
-Porque a nivel narrativo es excelente. Una voz en off lleva el hilo conductor de las historias, relatos entrecruzados de personajes que se ven enriquecidos durante el transcurso de la película, al sumar información antes omitida. Esta polifonía está construida en episodios que van marcando los diferentes momentos del relato. Todo esto hace que “Ciudad de Dios” sea un film ágil y adaptado al ojo del espectador actual.
Volver (Volver, España,2006) de Pedro Almodóvar, con Penélope Cruz, Carmen Maura, Lola Dueñas, Blanca Portillo. 110’.
Argumento: Dos hermanas reconstruyen su pasado al volver a su pueblo natal a raíz de la muerte de una tía. Se reencuentran con su madre que regresa después de su muerte para resolver los asuntos que quedaron inconclusos durante su vida, pero este encuentro modificará la relación entre ellas y revelará la esencia que las une.
-Porque el trabajo de arte de la película es precioso. La vestimenta de los personajes, los colores de la ropa, los muebles, las flores, las calles del pueblo, la sangre, los autos, el pelo. Todo está dispuesto de manera que encaja a la perfección en el relato almodovariano, describiendo, a través de estos elementos, una manera de vivir de un pueblo y una ciudad.
-Porque la fotografía está compuesta de manera magistral. Una marca de estilo en Almodóvar es la utilización de una paleta de colores basada en el ROJO, que constituye los elementos pasionales de sus films (la sangre, las flores, el fuego), los amarillos y azules. Toda la escala cromática está compuesta de colores saturados, como es habitual en Almodóvar, asimilando los encuadres a pinturas propiamente dichas.
-Por la música, que es otro de los sellos de autor almodovariano. Compuesta por Alberto Iglesias, la banda sonora va absorbiendo al espectador dentro del mundo de misterio, amor y muerte que propone el guión. Así mismo el director nos regala el tango de Gardel y Le Pera, versionado con toques de flamenco.
-Porque el guión es una atrapante narración que conjuga los elementos para mantener captada la atención del espectador. Según palabras exactas del director: “3 generaciones de mujeres que sobreviven al viento solano, al fuego, a la locura, a la superstición e incluso a la muerte a base de bondad, mentiras y una vitalidad sin límites.”
-Porque hay risas, llantos, fantasmas, muertes. Porque se describe exquisitamente la manera de ser de una población, las tradiciones del pueblo donde nación Almodóvar, las costumbres que perduran en el tiempo, como por ejemplo el culto a la muerte de la región Manchega, así también como la mentira y la traición, y el ocultamiento (pueblo chico infierno grande).
-Por los primeros planos. La necesidad de captar los gestos y miradas de los actores en esta historia tan marcada por lo que le ocurre internamente a cada uno, dan una pincelada más de maestría narrativa en el director manchego. Y sobre todo por el plano detalle de la servilleta de papel tiñéndose de sangre, metáfora precisa si las hay, manifestando lo que ocurre al personaje de Raimunda con respecto a todo lo que le afecta desde afuera.
El nido vacío (El nido vacío, Argentina-España-Francia, 2008) de Daniel Burman, con Oscar Martínez, Cecilia Roth, Arturo Goetz, Inés Efrón, Jean pierre Noher. 92’.
Argumento: Relata la relación de un matrimonio (un escritor y una mujer estudiante hiperactiva), a través del tiempo. La drástica transformación sentimental que sufren a raíz de la partida de los hijos y lo que significa afrontar la vida solos nuevamente afrontando los embates de la mediana edad.
-Porque la construcción de los personajes desde las tomas (de larga y corta duración) describen su personalidad y las relaciones entre ellos.
-Por la ambigüedad entre imaginación y realidad (la experiencia que Leonardo, Oscar Martínez, tiene con la odontóloga, y su amigo doctor que está estudiando pacientes que creen fervientemente haber vivido sucesos que nunca existieron). Lo onírico atraviesa el relato fílmico, representando la transformación de Leonardo respecto a lo hechos de su vida.
-Porque tiene un tratamiento narrativo excelente, haciendo un análisis sutil de las relaciones amorosas, los momentos de soledad de los personajes, los encuentros, el conflicto con el presente que va creciendo a lo largo de la historia y va modificando la relación entre Leonardo y Martha (Cecilia Roth).
-Por la escena musical del shopping (el persiguiendo a la odontóloga, y una marcha en el medio), construida por una composición rítmica, coreográfica que representa así como en otros momentos de la película las representaciones del inconsciente del personaje.
-Porque demuestra el crecimiento del director en lo narrativo y en la utilización de recursos cinematográficos.
-Porque es un ensayo metafórico que plantea la aceptación del paso del tiempo y el comienzo de una nueva etapa en la vida, no un final sino un principio a construir.
Bastardos sin gloria (Inglorious basterds, Estados Unidos – Alemania, 2009) de Quentin Tarantino, con Brad Pitt, Mélanie Laurent, Cristoph Waltz, Daniel Brühl. 152’.
Argumento: Una familia judía es asesinada por los nazis pero una de las hijas logra escapar, jurando venganza. Al mismo tiempo, un grupo de temerarios judíos norteamericanos se dedica a “cazar” nazis y asesinarlos brutalmente. Ambos grupos de la resistencia verán su posibilidad de matar a Hitler durante la proyección de un estreno nazi en un pequeño cine francés.
-Porque tiene una fotografía casi pictórica que se vale de los tonos fríos para representar la guerra y dorados para mostrar a la élite nazi y sus fiestas, llena además de planos-detalle y cámaras subjetivas que enriquecen la película.
-Porque es un ejemplo de cine de autor, tiene el sello inconfundible de Tarantino: tanto en los diálogos, como en la utilización del sonido (que nunca es algo secundario; por ejemplo, en la escena en que Landa está por matar a la familia que está escondida bajo los tablones que él pisa: las botas suenan cada vez más fuerte y la música también, hasta tornarse insoportables). Incluso en la caracterización que hace de Hitler, sarcástica y burlona, casi una caricatura, está presente la firma del director.
-Porque la secuencia inicial consta de una unidad narrativa y de contenido tal que podría separarse del resto sin perder sentido, podría ser un cortometraje. Además, el título de la película viene al final de dicha secuencia, por lo cual podría decirse que es un episodio (un episodio de suspenso tan escalofriante que nadie que vea este comienzo puede dejar de ver la película).
-Porque las actuaciones son excelentes, sobre todo la de Cristoph Waltz que se hace odiar desde el episodio inicial hasta el mismísimo final.
-Porque hay símbolos y metáforas destacables: cuando el granjero francés –siendo interrogado por el coronel Hans Landa– saca su pipa y éste último saca una del doble de tamaño, como símbolo de su poder; y el plan de matar a Hitler dentro de un cine justamente, como metáfora de que el Cine con mayúscula fue quien lo hizo (en este caso el propio Tarantino con su reescritura de la historia desde su particular punto de vista).
-Porque el final, con la excusa de una cámara subjetiva, es una magistral interpelación a los espectadores.
Florencia Brid
comparto el comentario sobre Delicatessen, la música, componente fundamental en esta pelicula, y el ritmo acompañando los movimientos de los personajes, me parecen maravillosos
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